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- Durante los días 21 y 22 de noviembre se realizó, de manera virtual y bajo la presidencia de Arabia Saudita, la cumbre anual del G20.
- Uno de los principales temas considerados en la Declaración final fue la garantía de acceso a las vacunas de Covid-19 para los países más pobres del mundo. Si bien el documento afirma el compromiso los países en la temática, la canciller alemana Angela Merkel expresó su preocupación por la lentitud de las negociaciones.
- La recuperación económica y el alivio de la deuda fueron otra prioridad. Pero, aunque los líderes aseguraron implementar la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) hasta junio de 2021, para muchos los avances son insuficientes.
- Una vez más, los países miembros demostraron sus diferencias en materia de cambio climático. El Acuerdo de París se ubicó en el centro de la controversia debido, principalmente, a las polémicas declaraciones de Donald Trump.

Durante los días 21 y 22 de noviembre se realizó, de manera virtual y bajo la presidencia de Arabia Saudita, la cumbre anual del G20, el foro de cooperación internacional que reúne a los líderes de las principales economías del mundo.
En conjunto, sus miembros representan el 80% de la producción económica global, 2/3 de la población mundial y 3/4 del comercio internacional. Considerando estas cifras, el rol del organismo es crucial para el diseño y la puesta en marcha de las estrategias de recuperación a la crisis sanitaria, económica y política que enfrenta la humanidad.
A continuación, te presentamos las principales temáticas abordadas en la cumbre.
1. El dilema de las vacunas

Uno de los principales temas incluidos en la Declaración final de la cumbre 2020 fue la necesidad de financiar el acceso a las vacunas de Covid-19 para los países más pobres. «No escatimaremos esfuerzos para garantizar su acceso asequible y equitativo para todas las personas», aseguró el documento. «Reconocemos el papel de la inmunización extensiva como un bien público mundial», agregó. Cabe aclarar que la manera en que la promesa podría concretarse no fue especificada.
Según detalló Infobae, durante el evento los Estados miembros acordaron por consenso aportar los fondos necesarios a la iniciativa COVAX, que busca acelerar el desarrollo de vacunas contra el coronavirus y garantizar su distribución justa y equitativa entre los países del mundo. El proyecto – que forma parte de un programa mayor, el Acelerador de Acceso a las Herramientas contra Covid-19 (o Acelerador ACT, por sus siglas en inglés) – es codirigido por la Alianza Gavi para las Vacunas (GAVI), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel manifestó su preocupación acerca de la posible financiación de vacunas para países en desarrollo, subrayando que «aún no han iniciado las negociaciones al respecto». De acuerdo con la Agencia Reuters, hasta el momento, COVAX ha recaudado cerca de cinco mil millones de dólares, de los cuáles seiscientos millones han sido aportados por Alemania.
Para ampliar: «Coronavirus vaccines: Will any countries get left out?» (Publicado por BBC News el 24 de noviembre de 2020).
2. La recuperación económica y el alivio de la deuda externa.

Con el objetivo de impedir posibles defaults, el alivio de la deuda externa para los países más vulnerables fue otra de las temáticas discutidas en la cumbre. Al respecto, el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, instó a los países miembros a redoblar sus esfuerzos en la materia, para de este modo «evitar hacer muy poco ahora y luego sufrir incumplimientos desordenados y reestructuraciones repetidas como en la década de 1980». «La reducción de la deuda y la transparencia permitirán una inversión productiva, clave para lograr una recuperación más temprana, más sólida y más duradera», agregó.
En esta línea, en la Declaración final los líderes reafirmaron su compromiso con la implementación de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) hasta junio de 2021 y subrayaron que, si la situación económica lo amerita, ésta podría extenderse hacia finales del año próximo. Cabe aclarar que DSSI surgió a raíz del llamado del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los principales estados prestatarios, para que suspendiesen el pago de los servicios de deuda a los países más pobres del mundo como forma de paliar los graves impactos de la pandemia.
La iniciativa adoptada, sin embargo, cuenta con varias limitaciones y ha sido calificada como «insuficiente» por algunas voces importantes, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Para empezar, sólo aplica a los países que solicitan ayuda, que demuestran que no pueden hacer frente a sus niveles de deuda y que aceptan las prescripciones del FMI. Tampoco alcanza a acreedores privados que, según El País, detentan casi un quinto de la deuda de los países más pobres.
En este punto, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, solicitó a los líderes prorrogar la vigencia de DSSI hasta fines de 2021, subrayando que la crisis del coronavirus no puede traducirse en una «deuda pandémica». «Precisamos construir una arquitectura global para mejorar la transparencia y sostenibilidad de las deudas. Un efecto dominó de bancarrotas podría devastar la economía global«, señaló.
Para ampliar: «El G20 prorroga seis meses más su alivio de la deuda a los países más pobres« (Publicado por El País el 22 de noviembre de 2020).
3. Cambio climático y energías renovables
Como se evidenció en Buenos Aires 2018 y Osaka 2019, en materia de cambio climático los países miembros del G20 poseen marcadas diferencias. Y esta cumbre no fue la excepción. Una vez más, el Acuerdo de París fue uno de los puntos ubicados en el centro de la polémica, en tanto Donald Trump aseguró que «no fue diseñado para salvar el medio ambiente, sino para destruir la economía de Estados Unidos».
«Para proteger a los trabajadores norteamericanos, retiré a Estados Unidos del injusto acuerdo de París», señaló ante los mandatarios. «Me niego a ceder millones de empleos y a enviar billones de dólares estadounidenses a los peores contaminadores e infractores ambientales del mundo, y eso es lo que hubiese sucedido», agregó.
Por su parte, el documento final de la cumbre aseguró que «los países signatarios del Acuerdo de París (…) una vez más reafirman su compromiso con su plena implementación, reflejando responsabilidades y capacidades comunes pero diferenciadas, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales».
Asimismo, en un comunicado, Guterres manifestó su preocupación por los paquetes de recuperación implementados por los gobiernos miembros del foro, en tanto aseguró que, desde septiembre, los países del G20 prometieron un 50% más de financiamiento al sector de combustibles fósiles que al de energía baja en carbono. “Es una locura pedir prestado dinero para calentar un planeta que vive en un tiempo prestado”, alertó.
4. El boicot a Arabia Saudita

Durante las semanas previas a la cumbre virtual, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch (HRW) llamaron a boicotear el evento debido a las reiteradas violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno saudí. Entre éstas, cabe mencionar el macabro asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018, la catástrofe humanitaria provocada por la guerra en Yemen o la persecución de activistas opositores.
Un lugar especial ocupan las violaciones a los derechos de las mujeres: de acuerdo con Amnistía Internacional, a pesar de que el empoderamiento femenino es una de las temáticas incluidas en la agenda del G20 promovida por Riad, desde el año 2018 el régimen mantiene presas a activistas como Loujain al-Hathloul, defensora del derecho a conducir.
“En lugar de seguir la corriente al embellecido discurso del gobierno saudí, los líderes del G20 deben aprovechar esta cumbre para defender a las valientes activistas cuyo auténtico compromiso para con el empoderamiento de las mujeres les ha costado la libertad», señaló Lynn Maalouf, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Por estos motivos, hacia finales de octubre 45 congresistas de Estados Unidos firmaron una carta dirigida al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, abogando por su no participación en la cumbre. Del mismo modo, 65 miembros del Parlamento Europeo solicitaron a Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que no se presentasen al encuentro. «Le pedimos que reevalúen su participación en la cumbre del G20 de este año y consideren no asistir, rebajando la participación de la Unión Europea a nivel de alto funcionario», destacó el documento. Como pudo verse, ninguna de las peticiones fue considerada por los mandatarios.
Para ampliar: «La estrategia de Arabia Saudí para blanquear sus violaciones de derechos humanos fracasa en la ONU y la cumbre del G20» (Publicado por El Mundo el 23 noviembre 2020).