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- En la última semana, protestas masivas sacudieron las calles de las principales ciudades rusas ante la condena del líder opositor, Alexei Navalny, a tres años y medio de prisión.
- Alexei Navalny es un abogado de 44 años que surgió como figura política en 2011, cuando comenzó a denunciar la corrupción de la elite nacional a través de redes sociales. En agosto de 2020, fue envenenado con el agente nervioso Novichok por agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso, según demostró una investigación periodística.
En la última semana, protestas masivas sacudieron las calles de las principales ciudades rusas. ¿El motivo? La condena del líder opositor Alexei Navalny a tres años y medio de prisión, en lo que para muchos resulta una sentencia injusta y un símbolo de la persecución política del régimen de Putin.
Según The Guardian, la policía rusa detuvo a más de 1000 manifestantes desde que el veredicto fue dado a conocer el pasado martes 2 de febrero. Días atrás, en el último domingo de enero, fuerzas de seguridad arrestaron a cerca de cinco mil personas tras una concurrida protesta en la ciudad de Moscú.
Pero ¿Quién es Alexei Navalny? ¿podrá el político de 44 años desafiar el poder del Kremlin?
Orígenes de su figura política

Alexei Navalny es un abogado de bienes raíces que surgió como figura política diez años atrás, al denunciar la corrupción de la oligarquía rusa a través de su blog y de las redes sociales. Con el correr del tiempo, se volvió un reconocido activista anticorrupción y, actualmente, su último video – un documental en el que muestra uno de los supuestos palacios de Putin en el Mar Negro – fue reproducido más de cien millones de veces.
En 2011, Navalny lideró algunas protestas contra la candidatura de Putin, que fue electo presidente en las elecciones del año siguiente. Si bien permaneció algunas semanas en prisión por las manifestaciones, logró convertirse en alguien con amplia llegada en algunos sectores sociales urbanos.
En 2013, fue encarcelado y condenado a cinco años de cárcel por malversación de fondos, si bien la sentencia fue suspendida luego de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos denunciase que Navalny no había tenido un juicio imparcial. Ese mismo año, el opositor participó en las elecciones municipales de Moscú, en las que obtuvo el 27% de los votos – un porcentaje sorprendentemente alto para líderes opositores rusos.

Con la expansión de Internet, su popularidad se extendió, progresivamente, a los sectores más rurales del país. El mismo Navalny aprovechó la oportunidad a través de YouTube, en dónde en 2017 publicó un video en el que muestra las supuestas riquezas del ex presidente Dmitri Medvédev, que gobernó entre 2008 y 2012. Luego de que el video fuese visto por millones de personas, Navalny convocó a seguidores a salir a marchar, desatando protestas masivas en las principales urbes del país.
Asimismo, en 2017 fue condenado por segunda vez por malversación de fondos y recibió, en esta oportunidad, una sentencia suspendida de cinco años. En 2018, intentó competir en las elecciones presidenciales – aunque su candidatura fue prescripta por el gobierno. Sin embargo, y a pesar de todo, su plataforma política continuó creciendo y expandiéndose por el vasto territorio ruso.
Envenenamiento y recuperación

El 17 de agosto de 2020, mientras volaba desde la ciudad de Tomsk (en Siberia) hacia Moscú, Navalny comenzó a sentirse notablemente mal y, en tan sólo unos pocos minutos, entró en estado de coma. Luego de que el piloto realizase un aterrizaje de emergencia, fue internado en la ciudad de Omsk.
En los días subsiguientes, la canciller y líder alemana Angela Merkel presionó al gobierno de Vladimir Putin para que permitiese el traslado de Navalny a un hospital en Berlín, lo que fue eventualmente autorizado por el Kremlin.
Tras realizar una serie de estudios clínicos, profesionales médicos del ejército alemán y de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) concluyeron que Navalny había sido envenenado con el agente nervioso Novichok. Se trata del mismo químico previamente utilizado en otros ataques contra opositores rusos, incluyendo el de Sergei Skripal y su hija Yulia, ocurrido en marzo de 2018 en el Reino Unido.
En el mes de diciembre, una investigación realizada por la organización Bellingcat, en colaboración con CNN, The Insider, Der Spiegel y El País; demostró la participación de agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, por sus siglas en inglés) en el atentado contra Navalny. De acuerdo con el informe, miembros de la principal agencia de seguridad del país comenzaron a seguir al líder opositor en 2017, un mes después de que anunciase sus intenciones de participar en las elecciones presidenciales de 2018.
«Esta investigación analizó grandes volúmenes de datos que comprueban que la principal agencia de seguridad de Rusia, el FSB, siguió a Navalny durante un largo período de tiempo, utilizando agentes con entrenamiento especializado en armas químicas, química y medicina, un conjunto de habilidades que no concuerda con las prácticas habituales de vigilancia», destacó la publicación.
«Estos agentes se encontraban cerca del activista opositor en los días y horarios en los que fue envenenado con un arma química de uso militar. También estaban en cercanías de Navalny en al menos otra ocasión en la que un miembro de la familia sintió síntomas inexplicables, consistentes con una dosis accidental y no letal de la misma toxina. Anteriormente, habían seguido al opositor en más de 37 viajes durante cuatro años», concluyó el reporte.
A una semana de haberse publicado la investigación de Bellingcat, ocurrió un hecho aún más sorprendente: el mismo Navalny, al hacerse pasar por un oficial de alto rango en una llamada telefónica, logró una confesión completa de quienes intentaron asesinarlo.
En una conversación que duró 49 minutos, uno de los agentes de la FSB que se encontraban en Tomsk al momento del envenenamiento reportó al mismo Navalny todos los detalles de la operación, incluyendo la forma en que Novichok fue administrado y las subsecuentes estrategias de encubrimiento. De acuerdo con el oficial, el líder opositor sobrevivió gracias al rápido accionar del piloto – que aterrizó de emergencia en Omsk – y de los médicos que arribaron al lugar.
Por el momento, no existe ninguna investigación en curso respecto al atentado.
Detención y condena

Tras recuperarse milagrosamente del ataque, Navalny regresó a Moscú el 17 de enero de 2021. Minutos después de aterrizar fue detenido por fuerzas de seguridad, acusado de haber violado su libertad condicional -paradójicamente- mientras se encontraba internado en estado de coma en la ciudad de Berlín.
Como resultado, el pasado martes el tribunal de Moscú lo condenó a tres años y medio de prisión. Debido a que se restan los meses que permaneció detenido durante todo el proceso judicial – que, recordemos, comenzó en 2013 – el líder opositor permanecerá encarcelado por un período de dos años y ocho meses, suficiente para mantenerlo fuera de las elecciones legislativas de 2022.
Lo llamativo es que, a pesar de la ola de protestas, los índices de aprobación de Putin se mantienen firmes. Según informó Reuters, desde el mes de noviembre la imagen positiva del mandatario sólo descendió del 65% a 64%, de acuerdo con una encuesta realizada por la organización independiente The Levada Centre. Entre los más jóvenes, sin embargo, la caída es mayor: de 51% a 17%.
«La euforia en la comunidad liberal es claramente muy exagerada. La mayor parte de la población está permaneciendo inerte ante todos los eventos vinculados a Navalny», declaró Lev Gudkov, director de la mencionada consultora.