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- Desde principios de año, el gobierno de Donald Trump ha sembrado dudas sobre la integridad de los comicios presidenciales y, en los últimos meses, la narrativa de fraude cobró protagonismo en sus discursos. Según Chequeado, a lo largo del 2020 el mandatario realizó 202 declaraciones falsas o distorsionadas sobre el proceso electoral.
- Luego de los comicios del 3 de noviembre, el presidente de Estados Unidos presentó una docena de demandas en estados en los que su rival, Joe Biden, ganó por estrechos márgenes. De ellas, más de la mitad fueron desestimadas y, por el momento, dos fallaron a su favor.
- Desde el día de las elecciones, circulan en internet contenidos virales que demuestran un supuesto fraude contra Donald Trump. Sin embargo, tanto periodistas nacionales e internacionales como autoridades estadounidenses demostraron que se trata de fake news, videos engañosos o errores administrativos comunes en los procesos electorales.

Desde principios de año, el gobierno de Donald Trump ha sembrado dudas sobre la integridad de los comicios presidenciales y, en los últimos meses, la narrativa de fraude cobró protagonismo en sus discursos: a lo largo del 2020, realizó 202 declaraciones falsas o distorsionadas sobre el proceso electoral, según detalló el sitio Chequeado.com a partir de datos presentados por The Washington Post.
Tras perder la reelección a manos de Joe Biden, el actual presidente y su equipo de campaña no sólo difundieron videos y contenidos virales que intentan demostrar la aparente existencia de fraude electoral, sino que también presentaron una docena de demandas en estados claves como Pensilvania o Georgia, en los que el candidato demócrata ganó por un estrecho margen. ¿Tienen sustento sus afirmaciones? te lo contamos en esta nota.
Las demandas del presidente
En la madrugada del 4 de noviembre, con el conteo de votos aún en curso y mediante una serie de tweets, el presidente Donald Trump acusó a sus rivales demócratas de haber cometido fraude y aseguró haber ganado las elecciones por amplia ventaja. Sus declaraciones ocurrieron luego de que la cadena Fox News y otros medios nacionales informaran su derrota en el estado de Arizona, en el cual los republicanos no perdían los comicios presidenciales desde 1996.
Dichas afirmaciones iniciaron una ola de denuncias y tweets – que la red social etiquetó como «engañosos» – y desencadenaron manifestaciones a lo largo de todo el país, con grupos que gritaban Count every vote! (cuenten todos los votos) y otros que pedían que se termine el conteo.
Hacia el 5 de noviembre, luego de que Joe Biden fuese declarado presidente electo de Estados Unidos tras ganar estados claves como Pensilvania o Nevada, Trump realizó una conferencia de prensa en el que reiteró sus denuncias de fraude y afirmó ser el ganador. «Si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales y tardíos, ellos pueden robar las elecciones!», aseguró.
Sin embargo, es importante aclarar que las elecciones concluyeron el martes por la noche y que los votos emitidos hasta ese día son legales. Respecto a aquellos enviados por correo, éstos fueron aceptados y contados si llegaron a los centros de recuento el día de los comicios o, en algunos estados, si llegaron en los días subsiguientes pero contaban con un matasellos colocado el mismo martes 3 de noviembre. El tiempo de gracia para estos últimos varía en cada jurisdicción: en California, por ejemplo, se reciben boletas hasta diecisiete días después del cierre de urnas (esto es, hasta el 20 de noviembre). En el caso de Nevada, ese período se extiende hasta siete días y en Illinois, hasta catorce.
Pero, además de sus polémicas declaraciones, Donald Trump y su equipo de campaña presentaron una docena de demandas en los estados de Pensilvania, Georgia, Nevada, Michigan y Arizona, en los que Biden ganó por estrechos márgenes. Según la revista Times (que realizó un listado completo de todos los procesos judiciales iniciados luego de 3 de noviembre) muchas de ellas fueron desestimadas por falta de mérito o tienen muy pocas posibilidades de cambiar el resultado final de las elecciones, ya que disputan un muy pequeño número de votos.
Por el momento, seis de ellas han sido rechazadas, tres siguen en curso y dos resultaron a favor de Trump, ambas en el estado de Pensilvania. En una de éstas últimas, un juez estatal permitió a miembros del Partido Republicano observar el conteo de votos en Filadelfia a una distancia de seis pies (1.82m), menor que la prevista originalmente.
En este punto, cabe subrayar que la afirmación del presidente de que funcionarios electorales no autorizaban la presencia de veedores republicanos fue, desde un primer momento, falsa: la discusión versó sobre qué tan lejos se encontraban los observadores de las mesas en las que los votos eran procesados. Esto fue reconocido incluso por Jerome Marcus, abogado miembro de la campaña del GOP, quien en una audiencia ante un tribunal federal aseguró que en la sala de recuentos «había un número de personas distinto a cero«. Inclusive, la ciudad de Filadelfia transmitió el conteo de votos en vivo a través de Youtube, para que los mismos ciudadanos pudiesen ver el proceso en tiempo real.
Por otro lado, el viernes 12 de noviembre, un juez de Pensilvania falló a favor de la campaña de Donald Trump al afirmar que los votos emitidos por personas que no hubiesen proporcionado una identificación adicional antes del 9 de noviembre no debían ser contados. De acuerdo con la revista Times, el procurador general del estado, Josh Shapiro, afirmó que la decisión afectaba «a muy pocas boletas».
Para saber más sobre la situación actual de cada una de las demandas presentadas por Donald Trump, te recomendamos este artículo de Times y esta nota de The Guardian.
Para ampliar: «Un comité de la Administración Trump concluye que las elecciones fueron “las más seguras de la historia” de EE UU» (Publicado por El País, el 13 de noviembre de 2020)
#FactChecking: desmantelando algunas denuncias virales
Además de la ola de denuncias y tweets realizados por el presidente y su equipo, en los días sucesivos al 3 de noviembre cientos de videos sobre supuesto fraude, quema de boletas o incluso votos de gente muerta se hicieron virales, sembrando aún más dudas sobre la integridad de las elecciones. Sin embargo, investigaciones realizadas por equipos periodísticos de medios norteamericanos e internacionales demostraron que todos los contenidos viralizados son producto de acusaciones falsas, manipulaciones o errores típicos de cualquier proceso electoral.
Debido a la enorme cantidad de desinformación que circuló en las últimas semanas, elegimos mostrarte los casos que tuvieron mayor difusión. Para un chequeo completo de los contenidos virales, te recomendamos estas notas de The Washington Post, Chequeado.com y FactCheck.org.
1. Resultados imposibles y errores en el conteo de votos.

El mismo martes 3 de noviembre, el consultor y columnista conservador Matt Mackowiak compartió en su cuenta de Twitter capturas de pantalla del sitio DecisionDeskHQ, una web no oficial de recuento de votos, en dónde se veía cómo en el estado de Michigan se sumaron aproximadamente 138 mil votos a Joe Biden, mientras que los de Donald Trump y el resto de los candidatos se mantuvieron constantes. La denuncia se hizo viral, al punto que el mismo presidente compartió las imágenes.
Sin embargo, no se trató de una prueba de fraude sino que, por el contrario, las imágenes están cambiadas de orden: en lugar de sumarle poco más de 138.000 votos a Biden, se los restaron, luego de que el sitio actualizase un error previamente cometido en el registro de los resultados no oficiales de un condado.
Según detalla el medio de factchecking español Maldita.es, el orden de los acontecimientos fue el siguiente: en el condado de Shiawasee (MI), se produjo un error de tipeo por el cual se añadieron 153.710 votos al candidato demócrata, en lugar de 15. 371. El sitio DecisionDeskHQ, que volcaba en un mapa interactivo los resultados preliminares minuto a minuto, reflejó ese error.
Veinte minutos después, autoridades del condado corrigieron la equivocación, y también lo hizo DecisionDeskHQ, restándole a Biden 138. 339 votos. Pero, según explica Maldita.es, el orden de las capturas está invertido, de modo tal que parece que al rival de Donald Trump se le agregan el 100% de los votos – y al resto el 0%.
«Todo lo que sucedió fue que se ingresó un cero adicional», afirmó Abigail Bowen, responsable electoral del condado, al New York Times. «Fue detectado rápidamente. Por eso tenemos un sistema de controles y contrapesos», agregó. Cabe destacar, además, que el mismo Mackowiak reconoció el error y eliminó el tweet original. DecisionDeskHQ también emitió un reporte al respecto.
Para ampliar: «No, Biden no ha sumado 138.000 votos sin añadirle ninguno a Trump en Michigan» (Publicado por Maldita.es, el 4 de noviembre de 2020).
2. Quema de boletas en Virginia
Un video viral, compartido incluso por Eric Trump, muestra cómo un hombre quema cerca de 80 votos a favor de Donald Trump luego de afirmar: «tienes que hacer lo que tienes que hacer. Fuck Donald Trump». Tanto periodistas como autoridades de la ciudad de Virginia Beach – en dónde ocurrió el hecho – demostraron que se trata de boletas de muestra, ya que en las imágenes puede verse que éstas no poseen el código de barras lateral presente en las oficiales.
El gobierno local emitió un comunicado el mismo día de las elecciones para clarificar el asunto y respondió al tweet compartido por el hijo del actual presidente.
3. Votos de personas fallecidas
Según detallaron CNN y la BBC, el mismo día de las elecciones comenzaron a circular en internet listas que contenían información sobre miles de supuestos votos registrados a nombre de personas fallecidas en el estado de Michigan (MI), que incluso fueron compartidas por algunos funcionarios del Partido Republicano, como el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.
Si bien las fuentes que publicaron las diversas listas aún no han sido identificadas, medios como CNN y la BBC investigaron su veracidad y llegaron a la misma conclusión: los datos contenidos en ellas no son correctos. El procedimiento realizado por ambos equipos periodísticos fue similar: CNN eligió 50 de las más de 14,000 personas incluidas en uno de los archivos, tomando los primeros 25 nombres y seleccionando los restantes 25 al azar. A continuación, buscó los datos de cada uno de ellas en la base de información de votantes de Michigan, para comprobar si había boletas solicitadas o emitidas en su nombre. Luego, comparó la información con los registros públicos para ver si efectivamente se trataba de personas fallecidas.
De los 50 nombres seleccionados, 37 habían fallecido años atrás – y no habían votado – y 13 se encontraban vivos. De estos últimos, sólo cinco habían participado de las elecciones. Aunque el medio subraya que no se trata de una muestra representativa, la tendencia fue clara: en ningún caso se registró un voto emitido por una persona muerta.
Por su parte, periodistas de la BBC tomaron otra lista que contenía información sobre 10,000 supuestos votos solicitados por fallecidos en el mismo estado y seleccionaron 30 nombres al azar, para luego añadir a la muestra al votante de mayor edad. De los 31 casos analizados, lograron comunicarse directamente con 11 personas (o con familiares, vecinos o cuidadores) que confirmaron que, efectivamente, se encontraban vivas. De otros 17, no se encontró registros públicos de su muerte, pero sí evidencias claras de se trataba de personas que estaban vivas después de la fecha de fallecimiento consignada en la lista. Finalmente, 3 personas de la lista sí habían, ciertamente, fallecido.
De estos últimos, uno de ellos era una mujer centenaria que – pese a que la lista afirmaba que había fallecido en 1977 – estaba viva para el mes de septiembre, momento en el cual le enviaron su boleta postal. Sin embargo, vecinos confirmaron que la mujer había muerto hace apenas unas semanas, lo cual pudo ser confirmado gracias a un obituario publicado en octubre. De acuerdo con las autoridades de Michigan, si un votante muere antes del día de las elecciones habiendo emitido su voto por correo, dicha boleta es rechazada.
Asimismo, los nombres restantes correspondían a dos hombres que, pese a haber muerto tiempo atrás, según la base de datos oficial habían emitido su voto, con códigos postales y años de nacimiento correctos. Sin embargo, ambas personas tuvieron hijos registrados con su mismo nombre, que actualmente viven en la misma dirección que sus progenitores.
En los dos casos, se envió una boleta para los padres fallecidos pero, de acuerdo con autoridades estatales, si bien en uno de ellos el voto había sido contado, no había registro de que el hijo hubiese votado también. En el otro, quien participó de las elecciones fue el hijo, pero se registró incorrectamente el voto como del padre.
De acuerdo con la CNN, ejemplo de esto último es el caso de William Bradley, nacido en 1902 y fallecido en 1984 en el condado de Wayne (MI). Los registros muestran que su hijo – William Bradley Jr. – es un votante registrado que vive en la casa de sus padres. Lawrence García, abogado del municipio de Detroit, afirmó al medio norteamericano: «un hombre con un nombre casi idéntico [al fallecido Bradley] solicitó una boleta y votó correctamente en las elecciones primarias y generales. Cuando se registró inicialmente su boleta, sin embargo, se le atribuyó incorrectamente al William Bradley nacido hace 118 años, por un error administrativo».
En síntesis, tanto la CNN como la BBC y el New York Times comprobaron la falsedad de los supuestos votos de personas muertas en Michigan. Denuncias similares han sido registradas en Georgia y Pensilvania, con resultados idénticos.
¿Qué sacamos de todo esto?
De toda esta maraña de declaraciones incendiarias, contenidos virales y desinformación a gran escala pueden sacarse, al menos por el momento, dos grandes conclusiones: Primero, no hay evidencias reales de que en Estados Unidos se haya cometido un fraude a gran escala, capaz de robarle las elecciones al quizás presidente más poderoso del planeta, en una de las democracia más longevas y estables del mundo. Segundo, el poder de las redes sociales y las mal denominadas fake news, que exigen de nosotros, los usuarios y consumidores digitales, cada vez más cautela a la hora de compartir y difundir datos que circulan en internet.
A modo de cierre, te dejamos esta pequeña guía de la BBC para identificar noticias falsas en unos pocos pasos:
