5 claves para entender qué está pasando entre Armenia y Azerbaiyán

Si sólo tenés 5 minutos:

  • Desde el 27 de septiembre, Armenia y Azerbaiyán se encuentran envueltos en los enfrentamientos más severos desde 1994. Ambos mantienen una disputa histórica por el Nagorno Karabaj, un enclave de población armenia ubicado en el corazón de Azerbaiyán – y reconocido internacionalmente como parte de este último.
  • Los hechos que desencadenaron el combate aún son inciertos y existen acusaciones cruzadas de ambas partes. La principal hipótesis es que el gobierno azerí habría emprendido una ofensiva para recuperar el mencionado territorio, que permanece bajo el control de un gobierno separatista apoyado por Armenia.
  • A pesar de su pequeña extensión territorial, el Cáucaso es una región muy importante en términos geopolíticos: no sólo constituye un punto de conexión entre Europa y Asia, sino que también posee una gran cantidad de recursos hidrocarburíferos y oleoductos. La participación de Rusia y Turquía, principales potencias de la región, será crucial para definir el futuro del conflicto.
Una tienda se quema tras un reciente bombardeo durante un conflicto militar en la ciudad de Stepanakert, Nagorno Karabaj, el 3 de octubre de 2020. Foto: Gor Kroyan /REUTERS.

Desde el 27 de septiembre, Armenia y Azerbaiyán se encuentran envueltos en los enfrentamientos más severos desde 1994, que ya provocaron más de cuatrocientos cincuenta muertos. Ambos mantienen una disputa histórica por el Nagorno Karabaj, un enclave de población armenia ubicado en el corazón de Azerbaiyán – y reconocido internacionalmente como parte de este último.

Los hechos que desencadenaron el combate aún son inciertos y existen acusaciones cruzadas de ambas partes. La principal hipótesis es que el gobierno azerí habría emprendido una ofensiva para recuperar el mencionado territorio, que permanece bajo el control de un gobierno separatista apoyado por Armenia.

En las últimas semanas, el mundo entero llamó al cese de las hostilidades y al inicio de conversaciones diplomáticas. Pero a pesar de que el sábado 10 de octubre se firmó una tregua humanitaria, ambos países reportaron incumplimientos y los enfrentamientos continúan.

En esta nota, te damos cinco claves para entender mejor lo que ocurre en una región remota pero geopolíticamente muy importante.

1. Armenia y Azerbaiyán, los protagonistas

Armenia y Azerbaiyán son dos países ubicados en el sur del Cáucaso, una región montañosa rodeada por los mares Negro y Caspio que se encuentra entre Europa del Este y Asia Occidental.

Azerbaiyán es una república de ascendencia turca que limita con el Mar Caspio al este, con Rusia y Georgia al norte, con Armenia al oeste y con Irán al sur. Su capital es Bakú y su población es mayoritariamente musulmana. Se trata de un país rico en recursos petroleros que posee a Turquía como principal aliado en la región, aunque también mantiene relaciones cordiales con el Kremlin.

Armenia, por su parte, es un país mediterráneo y de población mayoritariamente cristiana ortodoxa. Su capital es la ciudad de Ereván y sus fronteras limitan con Georgia hacia el norte, con Azerbaiyán al este, con Irán al sur y con Turquía al oeste. Con este último país, Armenia no posee vínculos diplomáticos debido al genocidio ocurrido entre 1915 y 1917, que continúa sin ser reconocido por el gobierno de Ankara. Su principal aliado político y militar en la región es Rusia, que posee una base militar en la ciudad de Gyumri y con la que comparte la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) y la Unión Económica Euroasiática (EEC).

Para ampliar: «Armenia-Azerbaijan: What’s behind the Nagorno-Karabakh conflict?» (Publicado por la BBC el 28 de septiembre de 2020).

2. Una historia de conflictos

Video: Claudio Fantini.

Si bien la historia de los conflictos en el Cáucaso puede remontarse a la formación del Imperio Ruso y el asedio de Pedro el Grande a los pueblos nómades de la región, también es posible encontrar orígenes más cercanos en el tiempo. En la década de 1920, luego de la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el gobierno ruso le otorgó a Azerbaiyán el control de la región del Nagorno Karabaj, habitada por armenios desde tiempos históricos. Durante la Guerra Fría, el control ejercido por Moscú permitió congelar los enfrentamientos entre las poblaciones de ambos territorios pero, con la caída de la Unión Soviética hacia fines de los años 80, todo cambió.

En 1991, Armenia declaró, junto con su independencia, la guerra a Azerbaiyán. Se trató de uno de los conflictos más graves provocados a raíz de la disolución de la URSS, con denuncias de limpiezas étnicas cometidas por ambos bandos. Un año después, en 1992, el gobierno de Nagorno Karabaj proclamó la formación de un nuevo Estado: la «República de Artsakh», que hoy no goza de reconocimiento internacional.

Para 1994, ambos países llegaron a un acuerdo y firmaron el cese de las hostilidades en Bishkek, Kirguistán. Según detalla el experto en política internacional Claudio Fantini, la guerra se congeló gracias a la intervención de Moscú, que logró imponer una especie de «pax»: si bien Armenia no pudo anexar Nagorno Karabaj, la región permaneció bajo el control de un gobierno autónomo y rodeada por una «zona de protección». Esta última, que representa cerca de 20% de la superficie total de Azerbaiyán, fue ocupada por fuerzas armenias al finalizar el conflicto, lo cual provocó el desplazamiento de más de un millón de azeríes.

Sin embargo, pese al alto al fuego de 1994 la cuestión de fondo no logró resolverse y la búsqueda de la solución definitiva al conflicto quedó en manos de llamado «Grupo de Minsk», formado al interior de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE) y co-presidido por Rusia, Francia y Estados Unidos. Negociaciones mantenidas durante las últimas décadas sólo lograron evitar nuevos enfrentamientos.

3. El contexto regional

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. Foto: OCHA / Berk Özkan.

A pesar de su pequeña extensión territorial, el Cáucaso es una región muy importante en términos geopolíticos: no sólo constituye un punto de conexión entre Europa y Asia, sino que también posee una gran cantidad de recursos hidrocarburíferos y oleoductos que permiten la exportación de petróleo y gas desde Azerbaiyán hacia Turquía, Georgia y el viejo continente.

En este sentido, algunos de los más importantes son el oleoducto BTC, que conecta las ciudades de Bakú (Azerbaiyán) – Tiblisi (Georgia) y Ceyhan (Turquía), y el gasoducto del Cáucaso meridional (SCP). Este último posee una especial importancia para Europa porque, de conectarse a él, le permitiría al continente disminuir su dependencia del gas ruso.

Como es de esperarse, las principales potencias regionales están involucradas en el conflicto: Turquía mantiene un leal apoyo al gobierno azerí mientras que Rusia es el principal aliado político y militar de Armenia, aunque mantiene buenas relaciones con ambos países. Paradójicamente, Moscú es el principal mediador y proveedor de armas de los dos contendientes.

Como es frecuente, ambas potencias poseen intereses contrapuestos: mientras que el gobierno de Ankara busca, a través de Azerbaiyán, disminuir su independencia energética de Rusia, el Kremlin intenta limitar la influencia de Turquía en el Cáucaso. Desde que comenzaron los enfrentamientos, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan declaró su apoyo incondicional a sus pares azeríes y, según la BBC, habría movilizado mercenarios sirios para que luchasen en Azerbaiyán.

Notoriamente, el conflicto árabe – israelí también tiene vínculos con esta disputa. Según detalló el especialista en geopolítica del Gran Medio Oriente, Paulo Botta, a DEFonline, en las últimas décadas Azerbaiyán se convirtió en el segundo comprador global de armamento a Israel, al tiempo que su petróleo representa aproximadamente el 40% del consumo de crudo israelí. De acuerdo con Botta, esto marca un especial foco de tensión con Irán, un país islámico que presenta una gran población de origen azerí en el noroeste de su territorio.

Para ampliar: «Cinco claves DEF para entender un nuevo estallido a las puertas de Europa» (Publicado por DEFonline el 27 de julio de 2020).

4. ¿Por qué ahora?

Vesile Mehmedova se sienta frente a los escombros de la casa de su hermano mientras sus familiares buscan sus pertenencias, en un lugar de la explosión alcanzado por un cohete durante los enfrentamientos en la región separatista de Nagorno-Karabaj en la ciudad de Ganja, Azerbaiyán, el 11 de octubre. Foto: REUTERS/Umit Bektas.

Luego de años de enfrentamientos menores entre ambos países y una situación de relativa calma, la pregunta que surge ante el recrudecimiento de los combates es: ¿Qué provocó la reanudación del conflicto? De acuerdo con James Palmer, editor adjunto de la revista Foreign Policy, varios hechos empeoraron la situación a comienzos de año: la propagación de mensajes nacionalista iniciada en 2019, choques entre fuerzas armadas en la frontera que llevaron a los líderes a endurecer sus retóricas en el medio de una crisis económica, entre otros.

Por su parte, el corresponsal de Moscú para The New York Times, Andrew Kramer, señaló que en los últimos meses algunos indicios demostraron que la situación podía empeorar seriamente, como los ya mencionados enfrentamientos en la frontera a mediados de julio, los ejercicios militares conjuntos entre fuerzas azeríes y turcas y el explícito y directo apoyo dado por Erdoğan a su aliado geopolítico.

Infografía sobre la presencia militar turca en África y Medio Oriente. Fuente: Foreign Policy.

Un punto importante a destacar es la relación entre Rusia y Turquía, que se dificulta a medida que ambos expanden sus intereses en Medio Oriente e intentan llenar el vacío que deja la retirada de Estados Unidos en la región. De acuerdo con Kramer, el gobierno de Ankara combate contra Moscú tanto en Libia como en Siria, luego de que a principios de 2020 bombardeos rusos mataran a soldados turcos que se encontraban en este último país.

Asimismo, en los últimos años, Turquía expandió notoriamente su poder militar tanto en Medio Oriente como en África, involucrándose no sólo en los conflictos mencionados sino también en el Mediterráneo, en dónde mantiene una disputa con la isla de Chipre, y Qatar, país en el que construirá una nueva base militar, según reportaron Foreign Policy y AlJazeera.

En definitiva, pareciera ser que mientras los países interesados en contener el conflicto se encuentran distraídos con la pandemia, la situación en Bielorrusia, la caída de los precios de petróleo y las elecciones norteamericanas, Turquía avanza con más comodidad y manifiesta su expreso apoyo a Azerbaiyán. Tal como afirmó Audrey Altstadt, profesora de Historia en la Universidad de Massachussets, a The Wilson Center: «los poderes que podrían actuar como frenos en Bakú están ocupados y su principal partidario está energizado».

5. Qué esperar en el futuro

Declaración de los Ministros de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia, la República de Azerbaiyán y la República de Armenia. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa.

A través de la mediación rusa, el sábado 10 de octubre los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán firmaron una tregua humanitaria. Sin embargo, los enfrentamientos continúan y ambos países se acusan mutuamente de violar el alto al fuego: según informó Infobae, en la madrugada del domingo la ciudad de Stepanakert – capital de la región de Nagorno Karabaj – fue blanco de entre tres y cuatro bombardeos.

De acuerdo con Thomas de Waal, miembro senior del Carnegie Europe Center, el futuro es complejo y la firma de un acuerdo definitivo no parece estar cerca. «El enfrentamiento tiene su propia lógica y probablemente sólo se detendrá si Azerbaiyán decide frenarlo, luego de recuperar una cantidad significativa de territorio a un alto costo humano. La llegada del invierno en las montañas puede ayudar», señaló en un artículo publicado en The Guardian.

Lo cierto es que una escalada militar difícilmente contribuirá a encontrar una solución definitiva al conflicto, tal como lo demostraron la guerra de 1991 y los enfrentamientos menores que ocurrieron en los años siguientes. Incluso a pesar de los pasados fracasos diplomáticos, el rol de las potencias regionales y del Grupo de Minsk será fundamental si se quiere alcanzar una paz duradera y estable en el Cáucaso. Rusia, Turquía y toda la comunidad internacional tienen un gran desafío por delante.

Para ampliar: «Judy Asks: Is Peace Possible Between Armenia and Azerbaijan?» (Publicado por Judy Dempsey en Carnegie Europe el 1 de octubre de 2020).

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