Si sólo tenés 5 minutos:
- El pasado 30 de marzo, el Parlamento húngaro le otorgó al primer ministro Viktor Orbán poderes extraordinarios por tiempo indefinido, argumentando que éstos eran necesarios para frenar la expansión del coronavirus en el país.
- La denominada ley de emergencia le permite al Ejecutivo gobernar sin el control parlamentario, aprobar leyes por decreto y castigar con hasta cinco años de cárcel a periodistas que, según su criterio, desinformen a la población.
- La medida provocó el rechazo no sólo de la oposición nacional sino también de las autoridades de la Unión Europea. Luego de que el Parlamento europeo solicitara la suspensión del pago de los fondos del programa de recuperación económica asignados a Hungría por la pandemia, Orbán anunció que podría ponerle fin a sus superpoderes para fines de mayo.

Por Agustín Quesada – La pandemia del COVID-19 levantó tensiones entre los miembros de la Unión Europea (UE). La Hungría del nacionalista Viktor Orbán vuelve a estar en el punto de mira de las autoridades europeas, luego de que el pasado 30 de marzo el Parlamento nacional aprobó un polémico proyecto de ley para combatir el coronavirus.
En la UE preocupa el avance contra el Estado de derecho. El proyecto, que fue
sancionado por el oficialismo en alianza con el partido de extrema derecha Nuestra Patria, otorgó al Ejecutivo poderes adicionales como arma de defensa ante el virus: suspendió las funciones del Parlamento nacional y dio poderes totales al primer ministro hasta el momento en que éste declare que la crisis ha terminado, una cuarentena sin límites.
Además, la nueva norma aumentó las sanciones para los periodistas que, según el Gobierno, no informen correctamente. De esta forma, se autoriza al Estado a bloquear cualquier información que «imposibilite la defensa» pública contra la pandemia, según detalló la agencia de noticias EFE.
Según informó la Agencia Télam, Orbán justificó la medida asegurando que “no se puede reaccionar con rapidez si hay debates y largos procedimientos legislativos y legales. Y en tiempos de crisis y epidemia, la habilidad de responder con rapidez puede salvar vidas”. Tras recibir “superpoderes” por parte del Parlamento, una de las primeras medidas del mandatario fue extender el toque de queda de forma indefinida.
RECHAZO DE LA OPOSICIÓN Y DE LA COMISIÓN EUROPEA

A pesar de todo, Hungría es uno de los países del bloque menos afectados en cuanto a contagios. En la actualidad, el país cuenta con 3.641 casos confirmados y 473 muertes, según datos del 21 de mayo. Por ello, los expertos consideraron la normativa excesiva y sin un
trasfondo real. Diferentes partidos de oposición han criticado que no haya limitación al tiempo que el Gobierno puede dirigir el país sin ningún tipo control parlamentario, pidiendo que el decreto dure 90 días.
La controversia tomó aún más relevancia cuando sólo un día después de la aprobación de la ley, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró públicamente que las medidas adoptadas por los países miembros de la UE ante la pandemia “deben respetar los principios y valores establecidos en los tratados del bloque comunitario”. Además, agregó que las medidas de emergencia deben limitarse a «lo necesario», ser «estrictamente proporcionales» y que no deben durar indefinidamente. Desde entonces, Von der Leyen afirmó que seguiría de cerca la situación.
Para ampliar: How Viktor Orbán used the coronavirus to seize more power (Publicado por The New Yorker el 9 de abril de 2020).
EL PARLAMENTO EUROPEO, A LA CARGA

La situación provocó que los eurodiputados rápidamente levantaran la voz. El pasado 23 de abril le manifestaron a diversas autoridades de la UE, entre ellas el comisionado de Justicia Didier Reynders, su preocupación por el aumento de los poderes del Gobierno, las restricciones a la libertad de los medios y a los derechos de la sociedad civil, la discriminación contra los grupos vulnerables y la corrupción en Hungría.
Tras pronunciarse, este 13 de mayo los parlamentarios subrayaron que las medidas de emergencia adoptadas por el Gobierno húngaro “no están en línea con las normas
de la UE” , y solicitaron que » se suspendan los pagos a Hungría, en el marco de las nuevas
perspectivas financieras y el plan de recuperación, a menos que se respete el Estado de
derecho”, según asegura el sitio oficial de la Unión Europea. Tal vez, esta suspensión de fondos
sea el arma más poderosa de la UE.
Los legisladores también criticaron la actitud pasiva del Consejo Europeo e insistieron en que éste se mueva sobre el procedimiento del Artículo 7 iniciado por el Parlamento, que propone, entre otras cosas, suspender el derecho a voto a los representantes del Estado húngaro. La voz de mayor poder dentro de la Cámara , el presidente del Parlamento David Sassoli, incluso publicó un video refiriéndose a la situación: “Queremos salir de la crisis con nuestra democracia intacta”, afirmó.
Los pedidos contaron, además, con el apoyo oficial del ministro de Asuntos de Exteriores de
Alemania, Heiko Mass. Tras referirse a Rusia, Venezuela e Irán, afirmó sobre la situación en Hungría: “Aquí mismo, en el corazón de Europa, estamos viendo como las medidas están siendo utilizadas para recortar el Estado de derecho”.
Sin embargo, otros eurodiputados defendieron las decisiones tomadas por el Parlamento húngaro, que fue elegido democráticamente, y compararon las medidas excepcionales adoptadas en el país con las tomadas por otros estados miembros de la UE, como Francia o España.
Para ampliar: Autoritarismo: ¿un nuevo virus?(Publicado por Statu Quo el 12 de abril de 2020).
LA RESPUESTA DE ORBÁN Y EL REGRESO DEL PODER LEGISLATIVO

En los últimos días, Orbán salió al cruce, argumentando que no se le dejó defenderse ante las acusaciones de los eurodiputados y anunció que tiene previsto devolver a fin de mes los poderes extraordinarios que el Legislativo le concedió.
«A fines de mayo, según parece, podré devolver esas competencias especiales al Parlamento,
que nos han posibilitado en el Gobierno tomar acciones inmediatas contra la epidemia», afirmó el
jefe del Gobierno húngaro en una rueda de prensa en Belgrado, tras reunirse con el aliado presidente de
Serbia, Aleksandar Vucic.
«Se probará que nos han acusado injustamente y que hemos obrado con éxito. Ofreceremos la oportunidad a todos para que pidan perdón a Hungría por sus acusaciones», añadió Orbán en alusión a las fuertes críticas recibidas, principalmente de Bruselas y de otros socios de la Unión Europea.
¿Será esta decisión una maniobra prevista de antemano o una reacción ante el apretón de orejas por parte de la UE? Por la pandemia del coronavirus, a Hungría se le asignan 5.600 millones de euros, más que Italia o España, pese a ser de los menos afectados en Europa.
Además, en los últimos años, gracias a la financiación estructural de la UE para el periodo 2014-2020, Hungría ha recibido subvenciones que representaron más del 17% de su PIB de 2019, un monto que asciende a 25.000 millones de euros.
Para ampliar: How Orban’s decade in power changed Hungary (Publicado por el Financial Times el 21 de mayo de 2020).